Aquí hay restos de naufragio, pedacitos de mí flotando en esta nocturna costa solitaria. Y no digo esto solo por decirlo... de verdad hay restos. Los últimos son los que se me cayeron hoy con tus palabras, cuando me dijiste... bah! no importa ya. No soy lo que pensás, soy algo más.
Enciendo mi lámpara y junto uno a uno mis pedacitos; por allá mis silencios, por acá mis latidos, por ahí mis rabietas...
No trates de entenderme, es inútil. Mejor no hables, no me hables por el resto de la noche, estaré por estos lados tratando de encontrarme de nuevo en un solo trazo.
Por si no lo entiendes, quiero estar en soledad, hoy, ahora... un momento.
3 comentarios:
A veces el silencio es nuestro mejor compañero.
Un abrazo, amigo
En ocasiones necesitamos ese silencio, para poder escucharnos.
Un beso
No se si es depresión o qué.
Abrazos
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